Déjame demostrarte que conmigo siempre serás tú mismo,
que pondré
los ojos en blanco con tus chistes de mierda,
que
recorrería cien mil kilómetros con mi Seat por ti.
Que el
amarillo a partir de ahora es mi color favorito,
que no da
mala suerte si lo llevas puesto encima tú.
Que hiervo
a cien grados como el agua cuando soplas tu silbato,
que quiero
perderme en el inmenso océano de tus ojos azul.
Que no
hace falta que te gusten los libros de Jane Austen
porque ya
me gustan a mí muchísimo por los dos.
Que lo
único negro que tengamos sean las novelas de Dicker,
que sigas
haciéndome mejor lectora con cada recomendación.
Que
compartamos millones de desayunos, con tostadas de jamón;
que cada
mes de julio nos volvamos a encontrar como el primer día.
Que sigas
siendo el espejo que mejor refleja lo que quiero.
Que todo
siga cobrando sentido desde que te conocí